Los tres errores más comunes al volante
3 errores muy comunes en la conducción
Cuando nos ponemos al volante, solemos adquirir hábitos que no cumplen con el reglamento de circulación, algunos de ellos no son graves para nuestra seguridad, otros, sin embargo, sí suponen un riesgo para nuestro vehículo y en algunos casos, puede llegar a serlo para nuestra integridad física.
Pueden ser calificados de infracción, sin embargo no suelen ser sancionados. Los exponemos de mayor a menor gravedad. Ojo al dato y tomemos nota.
Circular incorrectamente en una rotonda. Pese a tener más de un carril y ser de libre circulación, a menudo olvidamos que para tomar una salida hay que estar previamente en el carril derecho. Salir directamente desde el izquierdo es motivo de infracción, habrá quien tenga ese hábito y le salga bien porque no había ningún vehículo circulando por la derecha pero si éste fuere el caso, si se produciese una colisión, será siempre culpable quien salió del carril izquierdo.
Circular por el carril central de la autopista sin motivo. La normativa indica que la circulación debe realizarse por el carril derecho y, en caso de hacer un adelantamiento, hacer uso del carril o carriles izquierdos para posteriormente reincorporarse de nuevo al carril derecho. Muchos son los conductores que por comodidad hacen uso permenente del carril central (en caso de haber tres). Aparentemente no pasa nada pero en la práctica, obliga a los demás conductores que circulan correctamente por el carril derecho a desplazarse dos carriles para adelantar.
En caso de circulación algo más densa, si son varios los que circulan por el centro, provocan una congestión en los dos carriles izquierdos, lo que no favorece a la circulación fluída que permite la existencia de tres carriles.
Uso de la luz antiniebla trasera en caso de lluvia. Como su nombre indica, el uso de los pilotos antiniebla es justamente para ser vistos en caso de visibilidad reducida, puesto que la intensidad de las luces de posición puede llegar a ser insuficiente de cara a otros conductores, de ahí la mayor luminosidad de estas luces.
Utilizarlas en caso de lluvia lo que hace es multiplicar la proyección de esta luz, lo que genera una molestia al conductor que circula detras de nuestro vehículo, deslumbrándole y provocándole una conducción incómoda que podría limitar la buena visivilidad, necesaria en el resto de zonas de la carretera. Por ello es aconsejable su uso únicamente cuando la visibilidad es realmente complicada.
Deberíamos pensar más a menudo en que en el momento de ponernos al volante, no estamos solos, por pequeño que sea el gesto a favor de una conducción ordenada, las consecuencias positivas son mayores de lo que creemos.
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