¿No te gusta conducir?
Cuatro de diez conductores, a favor de comprar un coche autónomo.
Quizá eran premonitorias las palabras del departamento de comunicación BMW cuando formulaban la famosa pregunta ¿te gusta conducir?
Según la noticia, facilitada por Europa Press, un estudio determina que uno de cuatro conductores estaría a favor de comprar un coche autónomo, lo que significa que hay una clara tendencia a la alza en cuanto a huir de manejar un vehículo en favor de realizar otras actividades aprovechando el tiempo del recorrido.
Sin entrar en detalles sobre el origen del estudio, podemos sacar algunas conclusiones, y es que de entrada nos falta muchísima información acerca de la verdadera eficacia de este tipo de vehículos, de hecho todavía se realizan pruebas para perfeccionar a fondo su lanzamiento, si bien es cierto que en muchas de ellas, al igual que ocurre en las de los famosos convoys automáticos de camiones, una persona permanece en el asiento del conductor por seguridad en caso de fallo.
¿Acabaríamos con la clásica confrontación marido-esposa sobre el "ya te dije que no era por ahí" o el cuidado, frena, no te acerques tanto..."?
Otro tema, la fuente de orientación de estos vehículos es eñ GPS, lo que nos hace pensar que en más de una ocasión podemos acabar visitando una zona rural como tantas veces nos ocurre haciendo caso del navegador. ¿Alguno de usteces se ha encontrado con uno de éstos vehículos embarrancados en plena montaña o circulando contra dirección? Por que nosotros sí nos habríamos visto en esa incómoda tesitura si hubiésemos hacho caso al navegador.
Podríamos poner algúnos ejemplos de lo que se podría hacer en caso de no tener que conducir, aparte de jugar a las cartas, hablar o chatear por móvil (habría que cambiar las leyes) o dormir aprovechando el trayecto si has madrugado mucho.
Seguramente ellas no cambiarían algunos hábitos como maquillarse y pintarse los ojos, que hasta ahora sólo podían hacerlo en los semáforos. No mencionaremos otras peculiaridades de actividades en los semáforos excepto una, eso si, la clásica mirada al vehículo de nuestro lado, que en este caso se podría convertir en constante. Uff, cuánto mirón, es que encima juegas con ventaja porque al arrancar, el otro/a conductor no puede hacer lo mismo al tener que prestar atención a su conducción. También podríamos emular la postura de turista japonés ocupante de un bus turístico, haciendo fotos por doquier.
Visto así, parece hasta atractivo si vas con alguien pero desplazarte solo en un vehículo autónomo, parece que estés en un envío de paquetería de personas, "ahora te lo mandamos para allá".
Qué impotencia. ¿Quién saldrá antes al ponerse el semáforo en verde haciendo alarde de los caballos de su coche? ¿Saldremos todos igual? ¿iremos cruzados de brazos o disimulando? Quizá sea ideal como papamovil o como vehículo de personalidades, para ir saludando en algún evento.
Mientras tanto, aprovechemos el contraste que supone conducir todavía un vehículo cien por cien manual, en el que hasta hay que apretar un pedal para cambiar de velocidad. Los artesanos tenemos los días contados, disfrutemos del trayecto.
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